miércoles, 21 de abril de 2010

Como es el trato hacia la mujer en paises musulmanes


Durante el gobierno de Sadam Husein, las mujeres fueron sometidas a abusos relacionados específicamente con el género, entre ellos violaciones y otras formas de violencia sexual, o perseguidas si no por activistas políticas, familiares de activistas políticos o miembros de determinados grupos étnicos o religiosos.

La mayoría de las víctimas de "Crímenes de honor" son mujeres y niñas consideradas culpables de haber traído la vergüenza a la familia por comportamiento inmoral. Muy a menudo las acusaciones que sufren provienen de argumentos muy débiles o sólo rumores.

Por mencionar una situación, un dia me encontraba leyendo un informe en donde decia que una adolescente de 17 años musulmana fue asesinada solo por amar a un chico de origen musulman sunni, le arrojaron piedras hasta que muriera,eso fue un acto en donde se muestra la falta de interes que se le tiene a la mujer.


En irak,Nazzanem Rashid es la defensora de los derechos humanos, señaló que si una mujer es insultada aún llevando el velo no puede defenderse porque sería acusada de provocar tocamientos.

También aseguró que las mujeres en Irak están privadas de movimiento y si una de ellas es asesinada no pasa nada porque existe el soborno. Además si una abogada quiere investigar es maltratada o asesinada.

El maquillaje o una noche fuera de su casa pueden ser motivo para asesinar a una mujer. Ellas están en una jaula y sin derechos, mientras los hombres están preocupados por una nueva mujer, ellas quieren resolver asuntos de agua, luz y otras necesidades. Dicen no poder oponerse a la poligamia por la ley del sharia o ley canónica del islam (es para los musulmanes la ley de Dios tal y como fue revelada al profeta Mahoma).
Nazzanem denunció cómo a una mujer le mutilaron la nariz porque fue hallada con un hombre, a él le cortaron la oreja.

Dentro de la cultura islámica, el término árabe sharia puede hacer referencia al islam entendido como un sistema religioso total; no obstante, suele referirse a las normas que rigen la conducta de los individuos y la comunidad islámica

miércoles, 17 de marzo de 2010

Mujeres Iraníes

En este dia comentaré acerda de las mjujeres que vivden en Irán.
Irán no es en Iraq pero es como un pais vecino por lo cual pueden tener casi las mismas costumbres .
IRÁN, (EVARED)- La vida de una mujer en Irán vale legalmente la mitad que la de un hombre.

No pueden decidir un divorcio. Sólo pueden mantener la custodia de los hijos hasta los siete años de edad. En cuanto a la comparecencia ante un juzgado, una mujer sola no puede testificar y deben hacerlo dos a la vez para que su palabra tenga valor jurídico.

Son algunos ejemplos de la situación legal de la mujer en el país islámico, destacado por el Centro iraní de Defensa de los Derechos Humanos, que dirige la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi.

Por el llamado derecho de la sangre ("diyeh"), en Irán quien mata a una persona, además de cumplir la pena impuesta, tiene que pagar una cantidad de dinero a los familiares de la víctima.

Pero "matar a una mujer, al igual que a un extranjero, cuesta la mitad de lo que vale matar a un hombre", explica una fuente del centro de Ebadi.

Según la ley, en Irán un hombre puede divorciarse cuando le de la gana, pero para que lo pueda hacer una mujer debe cumplirse alguna de una serie de siete condiciones, entre ellas, que el marido la haya abandonado completamente, sea adicto a las drogas o sufra de impotencia sexual.

Si el esposo encuentra a su mujer con otro hombre manteniendo relaciones sexuales tiene derecho legal a matarlos a ambos y, en cualquier caso, si se demuestra el adulterio la mujer puede ser lapidada hasta la muerte.

La pena consiste en enterrar a la mujer hasta el torso mientras los habitantes de la localidad la apedrean. Si consigue liberarse queda en libertad.

Según Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz, es muy difícil que se pueda producir un cambio en Irán "porque la gente tiene miedo y prefieren mantener lo que tienen que poner en riesgo su vida y la de sus familias".

miércoles, 3 de marzo de 2010

La Rebelión


Este tema nos enseña que es lo que se dice de las religiones como el cristianimo por ejemplo, Detrás del forcejeo que sostienen los tres principales grupos políticos de Iraq (chiíes, kurdos y suníes) para lograr una Constitución que satisfaga sus intereses, hay otras preocupaciones no menos dignas de atención que desasosiegan a vastos sectores del pueblo iraquí. Las mujeres son uno de ellos.

En diciembre de 2003, ocupado militarmente Iraq y gobernado a distancia desde Washington, se promulgó una ley que trasladaba a la jurisdicción religiosa los asuntos relativos a la familia, como matrimonios, herencias, dotes o divorcios. No llegó a aplicarse plenamente, debido al caos causado por la ocupación y a la oposición de varias organizaciones femeninas. Esa ley anulaba la vigencia del anterior Código Civil de 1959, uno de los más avanzados entre los países musulmanes, en lo relativo a los derechos de la mujer, en opinión de muchos expertos.

El retorno al ámbito religioso en lo que a la familia concierne es un sombrío paso atrás en la lucha de las mujeres por alcanzar la igualdad con los hombres. Igualdad difícil de concebir dentro de los preceptos de Mahoma. Desde el momento en que la Constitución que estos días se debate en Iraq considera al islam "la principal fuente de legislación en el Estado", dicha legislación habrá de tener presente que la mujer vale la mitad de un hombre a casi todos los efectos prácticos.

Una defensora iraquí de los derechos de la mujer ha manifestado su temor de que los islamistas chiíes - hoy vencedores en la pugna política - puedan convertir a Iraq en un segundo Irán. Añadió: "Las mujeres deseábamos olvidar la opresión dictatorial de la época de Sadam, pero la realidad es que los adeptos a Irán nos van a hacer soñar con aquella época". Tras el relativo laicismo de la dictadura, el resurgir religioso favorecido por la invasión y la ocupación está empeorando la situación de las mujeres iraquíes. Muchos insurgentes suníes coinciden con sus rivales chiíes en su trato a la mujer, y se multiplican los casos de amenazas o ataques a las que no visten según los usos religiosos que se esfuerzan por restaurar en las zonas que controlan.

El problema se complica porque no es pequeño el número de mujeres que aceptan los términos impuestos por los islamistas y que acusan de actuar al servicio de los invasores a quienes se manifiestan en favor de los derechos de la mujer. Analizando las opiniones así enfrentadas, se percibe que, en último término, la discusión se centra en si la aplicación estricta de la "sharia" es o no favorable a las mujeres.

Si se compara esta situación con lo que se observa en Afganistán, no hay mucho lugar para la esperanza. Tras la violenta imposición de la legislación islámica por los talibanes, hoy son mayoría las mujeres que en ese país aceptan continuar en un estado de dependencia al que ven ciertas ventajas. Así se expresaba una afgana: "Me siento desnuda sin mi burka. No me lo puedo quitar: pensaría que todo el mundo me está mirando".

"Más de tres años después de la caída de los talibanes - escribe Salima Ghafari desde Kabul - las calles de la capital están llenas de espectrales sombras azules. Mendigan en los semáforos del tráfico, se mueven por los mercados y viajan en el asiento trasero de las motos de sus maridos mientras hablan por el móvil". Por su parte, la directora de la Unión de Mujeres Afganas, activamente implicada en la lucha por la igualdad, cree que el burka da seguridad en tiempos peligrosos, pues "han aumentado los secuestros de niños y mujeres y la delincuencia está creciendo". También hay otros factores en su favor: las tareas denigrantes, pero ineludibles en tiempos de penuria, se hacen mejor si la mujer que barre, friega o mendiga lo hace oculta a la vista de los demás.

Concluye: "Me opongo al burka, pero hasta que se recupere una seguridad total, no creo que las mujeres prescindan de él". Aunque la interpretación más común del islam exige que la mujer lleve un velo (hiyab) que le cubra la cabeza y el cuello, y vista con manga larga y anchos pantalones - lo que no exigiría el uso del burka -, otros aspectos culturales (analfabetismo, tiranía doméstica masculina, etc.)o coyunturales (inseguridad ciudadana) lo propician.

En algunos círculos españoles activos en pro de los derechos humanos, se ha llegado a afirmar que el islam protege a la mujer mucho mejor que el cristianismo. No se suele explicar por qué la mujer ha ser protegida religiosamente y el hombre no, ni definir de qué peligros es preciso resguardarla. Pero ese punto de vista, compartido por el islamismo radical y frecuente en algunos sectores del pensamiento sociopolítico español que se tienen por tolerantes y progresistas, es una grave rémora que refuerza el lastre social de esos integrismos religiosos de todo tipo, cuyo resurgir se aprecia en los cuatro puntos cardinales.

Como E.U.A suprime los derechos de las muejeres en Irak


En este tema
Antes de la llegada de las tropas estadounidenses, las mujeres iraquíes eran libres de ir a donde quisieran y de llevar la ropa que les gustaba. La constitución iraquí de 1970 dio a la mujer iraquí una igualdad y libertad sin parangón en el mundo musulmán. Desde la invasión estadounidense los derechos de las mujeres iraquíes han descendido a los niveles más bajos en la historia de Iraq. Con la nueva constitución creada por Estados Unidos [EEUU], al mismo tiempo que el baño de sangre diario aumenta, los derechos de las mujeres serán oprimidos y el papel de la mujer en la sociedad iraquí reducido y relegado al cuidado de los "niños y ancianos".

Inmediatamente después de la invasión, EEUU se dedicó a cultivar la amistad de grupos religiosos y clericales. El objetivo era la destrucción total de los movimientos nacionalistas, incluidos los movimientos por los derechos de las mujeres, para reemplazarlos con fanáticos religiosos expatriados y criminales a expensas de Irán, EEUU y Reino Unido. Entre tanto, EEUU actuaba para acabar con cualquier oposición o disidencia iraquí frente a la ocupación.

Desde marzo de 2003, las mujeres iraquíes han sido brutalmente atacadas, secuestradas e intimidadas para evitar su participación en la sociedad iraquí. Las antiguas leyes de igualdad y libertad han sido sustituidas por leyes medievales que separan a las mujeres de sus derechos y las colocan en la misma situación opresiva que viven las mujeres en Afganistán, la nación que EEUU invadió para "liberar" a sus oprimidas mujeres. La constitución iraquí de 1970 no es solo la constitución más progresiva del mundo árabe sino además la más equiparadora. Los iraquíes son mencionados solo como "ciudadanos" y los derechos de la mujer iraquí están específicamente protegidos.

Con el gobierno anterior, "las mujeres iraquíes disfrutaron de algunas de las más modernas leyes en el mundo musulmán, con un código civil que prohibía el matrimonio a los menores de 18 años, el divorcio arbitrario y la preeminencia del hombre en la custodia de los hijos y los litigios por herencia".

miércoles, 17 de febrero de 2010

La mujer en Irak



La Mujer en Irak
Enemigos diferentes



Mientras las iraquíes observan con impotencia la pérdida de derechos sociales y políticos garantizados por ley hace 50 años con la promulgación de una nueva constitución, las mujeres militares de EEUU tienen al "enemigo" en su bando: las violaciones y el acoso sexual por parte de soldados han aumentado escandalosamente.

Las mujeres de Irak habían alcanzado más logros en sus derechos, prestaciones y participación en la sociedad que otras mujeres del mundo árabe. Esta realidad está a punto de modificarse drásticamente con la inminente pérdida de sus derechos económicos, sociales y políticos garantizados por ley durante casi 50 años. La guerra y la ocupación de EEUU ha dado la vuelta a décadas de leyes más progresistas y logros sociales que eran los más impresionantes en toda la región.

Al mismo tiempo, las mujeres militares de EEUU hacen frente a grandes amenazas y peligros, no por combatir contra el "enemigo", sino por los mismos hombres de su Ejército. Las cifras de violaciones, asaltos y hostigamiento sexuales contra las mujeres soldados han alcanzado proporciones epidémicas.

Dos terceras partes de las mujeres soldados han experimentado comportamientos sexuales no deseados o provocados, según Terri Spahr Nelson, autora del libro titulado Por amor a la patria: hacer frente a las violaciones y hostigamientos sexuales en el Ejército de EEUU, de acuerdo a un artículo publicado la semana pasada en el sitio Comité de la Solidaridad de la Causa Árabe (CSCAweb).

Desmantelando derechos

En Irak la situación de las mujeres está retrocediendo al nivel de sus pares de otros países de la región del Golfo, donde el Ejército estadounidense respalda otros regímenes autoritarios.

En estas otras sociedades las mujeres son literalmente esclavas, recluidas en las casas y cautivas de un sistema patriarcal. No tienen derecho al trabajo ni a controlar sus propios recursos, no pueden viajar solas si no es con un miembro masculino de la familia. No tienen el derecho al voto ni el de participar en cualquier forma de vida política.

En Kuwait, Arabia Saudí y en todos los Estados petrolíferos del Golfo las mujeres no tienen derecho a decidir con quién casarse, ni tampoco derecho a divorciarse, aunque sea de un esposo agresor. La educación está segregada -y, por lo tanto, es desigual- lo que contribuye a que la mayoría de las mujeres en Arabia Saudí, sean todavía analfabetas.

Al contrario de esta realidad, las mujeres iraquíes habían gozado de completos derechos durante casi 50 años. Pero estos logros no se obtuvieron en el vacío: fue parte de un levantamiento revolucionario que comenzó en 1958 contra siglos de privilegios de sectores gobernantes.

Posteriormente, la nacionalización del petróleo determinó que hubiera recursos para llevar a cabo programas masivos de alfabetización, para proveer cuidados gratuitos de la salud y de mejor calidad, y para subsidios de centros infantiles y viviendas. El gobierno proveía al estudiantado una pequeña compensación monetaria que servía como incentivo para que las familias mantuvieran tanto a las niñas como a los niños en las escuelas.

El rápido aumento de la economía aseguró empleos para miles de mujeres jóvenes, en un país que nunca ha sido el paraíso de la igualdad, pero por lo menos ofrecía mejores condiciones que sus vecinos. A las mujeres iraquíes se les garantizó por ley que si no encontraban empleos en el sector privado, el gobierno se lo proporcionaría de acuerdo a su especialidad o a su nivel educacional. De hecho, el gobierno era el mayor empleador de mujeres.

Así, hasta la invasión de EEUU, el 38 por ciento del cuerpo de médicos en Iraq eran mujeres. Las mujeres eran la mayoría del estudiantado universitario. Pero la destrucción causada por la guerra de EEUU contra Iraq en 1991 y los doce años de sanciones que le siguieron minaron la economía que sostenía esos cambios sociales.

En menos de seis meses de ocupación de EEUU, el servicio de salud gratuito, tan perjudicado por los años de sanciones, está siendo totalmente desmantelado. El servicio eléctrico es esporádico y ya no se suplen medicinas ni equipos médicos. Los cuidados pre y posnatales antes gratuitos son ya parte del pasado: el 95 por ciento de las mujeres embarazadas están anémicas y sus bebés nacen con bajo peso, prematuros y enfermos.

Se eliminó los seis meses de post natal con sueldo garantizada, al igual que al empleo fijo. El subsidio destinado a centros infantiles, alimentos y vivienda se ha acabado. Los bombardeos masivos destruyeron las escuelas, hospitales y las clínicas. Las agencias sociales y los ministerios fueron totalmente saqueados, mientras las tropas de ocupación observaban. La falta de seguridad o de dinero para la compra de libros mantiene a gran parte de los niños - especialmente a las niñas- fuera de la escuela.

A estos hechos se suma un escenario complejo en el ámbito político. Las fuerzas de ocupación anglosajonas nombraron en junio de 2003 en el Consejo Gubernativo de Irak a representantes de la antigua clase de terratenientes y clérigos religiosos conservadores, todos ellos opuestos a los cambios sociales de las décadas recientes. Estas fuerzas quieren restablecer las leyes más regresivas: leyes y códigos antiguos que regían fuertemente a poblaciones rurales y aisladas. Ahora serían reimpuestos a una población mayoritariamente urbana.

El Consejo Gubernativo nombrado por EEUU aprobó la normativa 137 que deroga el Código de Estatuto Personal progresista laico vigente. Esta modificación abre la puerta a la utilización de las leyes islámicas de la sharia que eliminarían los derechos de la mujer en el matrimonio, el divorcio, la herencia y la representación legal, y, asimismo, legalizaría la lapidación a muerte por adulterio.

Las mujeres iraquíes han reaccionado ante esta medida saliendo a las calles en manifestaciones masivas exigiendo que Paul Bremen -la "autoridad" última de EEUU que firma toda legislación- no firmara esta ley

Mujeres de armas en peligro

En febrero pasado, el Denver Post publicó una serie de artículos sobre las mujeres en las fuerzas armadas de EEUU y sobre el creciente número de asaltos sexuales contra ellas por parte de los soldados estadounidenses. Las mujeres que han sido asaltadas o violadas informan que la atención médica que reciben es inadecuada, con falta de terapia, falta de investigaciones minuciosas y hasta amenazas de castigos por denunciar las agresiones.

Muchas mujeres jóvenes se unen a las fuerzas armadas como medio de encontrar un empleo que les proporcione posibilidades materiales para alimentar a sus hijos e hijas. Más de 59.000 efectivos femeninos han sido desplegadas en el extranjero como parte de las guerras contra Afganistán e Irak.

La violencia organizada, el racismo y el sexismo de un Ejército de ocupación se reflejan en la propia vida personal de los mismos soldados y soldadas. En 2001 se documentaron más de 18.000 casos de abusos de violencia doméstica en el seno de las fuerzas armadas. La mayoría de los casos de violencia doméstica no son revelados. A pesar de la falta de informes, la tasa de abusos es entre tres y cinco veces superior a la de civiles.

En una sociedad patriarcal existe una conexión entre la degradación y violación de la mujer y el poder y la conquista no relacionado con el deseo erótico. Esto es violencia, no sexo.

En las operaciones militares (ya sea en Corea, Vietnam, Filipinas, Europa Oriental, o América Latina) las bases de EEUU han estado rodeadas por burdeles y clubes nocturnos: es una completa industria del sexo. Las condiciones desesperadas y la destrucción de la guerra fuerzan a miles de mujeres y niñas a la prostitución y a la esclavitud sexual.

Christen Hansen de la Fundación Miles, quien ha ayudado a mujeres que han sido atacadas sexualmente afirma: "Tenemos muchas preocupaciones acerca de la respuesta que dan las fuerzas armadas al asalto sexual en zonas de combate". Según la Fundación Miles, un 30 por ciento de veteranas denuncian una violación o un intento de violación durante el servicio activo.

Una encuesta del Departamento de Asuntos Veteranos de mujeres en la Guerra del Golfo de 1991 informó igualmente que un 33 por ciento sufrió acoso sexual.

La violencia contra las mujeres no ha sido rechazada ni eliminada de la maquinaria militar del Pentágono, este es otro crimen más contra la Humanidad que tiene que ser repudiado.


Red de solidaridades rebeldes
Portada del sitio La mujer en Irak

http://www.solidaridadesrebeldes.kolgados.com.ar/spip.php?article58